QUI SONT NOS FONDATRICES ?

Tres señoritas muy jóvenes están desde el inicio de la Congregación. Rosalie, Henriette y Melanie Van Biervliet, originarias de Izagem, una pequeña población ubicada en Tielt de la Región Flamenca. El deceso muy temprano de sus padres, la madre en 1820 y el padre en 1826 llevó a la quiebra la empresa familiar. Para estas jóvenes la situación es angustiante porque ellas tenían con qué ganarse el pan cotidiano.

En aquella época los institutos para formar señoritas en la sociedad eran muy raros. Por lo tanto, había que asegurar el futuro en la empresa. El 26 de mayo de 1829 ellas abren en Tielt una escuela con un internado, de nombre Santa María. En estos momentos ellas tenían 25, 20 y 16 años. Pronto tuvieron que ampliarlo tan rápidamente que la fama de su trabajo se extendió.

Pero al mismo tiempo, otro proyecto comienza a madurar, su deseo de consagrarse al Señor en la vida religiosa. En 1841, una ocasión fortuita se presenta, la de poder asociarse a la congragación de las religiosas “Ter Spermalie” que se ocupaban de sordo mudos. Pero muy pronto, ellas se dieron cuenta que el estilo de vida monacal de las hermanas de Spermalie no correspondía a su estilo de vida familiar.

14 años más tarde, en 1856, su sueno de ser religiosas se realiza. La nueva congregación elige la Sagrada Familia como sus patronos. El capitán Belletable promotor de la Hermandad de la Sagrada Familia, padre de una de las alumnas del colegio y amigo de las hermanas Van Biervliet, influyó en esta decisión.

Al nombre “Sagrada Familia” de la Congregación se añadió en 1891, “d’Helmet”, para distinguirlo de otras congregaciones con el mismo nombre. Helmet es el nombre de un suburbio de Bruselas donde a principios de 1891, la Casa General se trasladó de Tielt a la Capital de Bruselas.

Rosalie (1804-1893) :

La mayor de los 3 fundadores, se convirtió en el corazón de la familia después de la muerte de los padres. Estaba preocupada por buscar una manera de sobrevivir mientras que al mismo tiempo el deseo de hacer el bien la perseguía.  Salir de Izegem, abrir una escuela para niñas y tomar todas las medidas necesarias para este fin, exigía a Rosalie “claridad, coraje, audacia y firmeza”. También se preocupó por la evolución de sus hermanas, apoyando a Henriette en su inclinación por el cuidado de los pobres y enfermos, y creando para Mélanie la oportunidad de lanzarse en su trabajo como autora. Fue ella también quien dio el impulso para el nacimiento de la Congregación. Rosalie fue la primera superiora general de la congregación de 1856 a 1881.

Henriette (1809-1888) :

La originalidad de Henriette era la de una vida marcada por el sufrimiento físico, siendo sorda.  Pero esta limitación no impidió que se dedicara a los pobres y a los enfermos. Para responder a sus cualidades para los pobres, Rosalie creó un centro donde Henriette atendía a los enfermos tanto de Tielt como de las aldeas circundantes. En una carta de Rosalie, podemos leer que la afluencia de pacientes es tal que Henriette ya no podía suficientemente atenderlos.

Mélanie (1813-1892) :la más joven de la familia, tenía solo 7 años cuando murió su madre, Rosalie se encargó de su educación. Era una auténtica autodidacta. Continuó formándose dominando varios idiomas. Con Rosalie, fundaron varias escuelas después la de Santa María, y la escuela normal para niñas en 1849. Mélanie tenía le facilitaba los estudios. No escatimó 

esfuerzos para planificar, animar y estimular a los colaboradores de estos diversos institutos de la Sagrada Familia. Mélanie también se convirtió en pocos años, en una autora fecunda y muy solicitada. La mayoría de sus libros han pasado por varias ediciones, algunas traducidas al holandés y al alemán. Su tema favorito era la educación, pero también explotó temas bíblicos como “Mujeres en la Biblia, temas religiosos como “Mujeres en la Biblia”, temas religiosos como “Pequeñas meditaciones para maestros religiosos”, el amor a la naturaleza “Plantas en la Biblia” donde señaló su uso culinario y sus propiedades terapéuticas. Otro aspecto de su personalidad era el amor a los pobres: enviaba una carta a los niños ricos de las grandes ciudades de Bélgica con el fin de obtener fondos para acudir en ayuda de las víctimas de la hambruna de los años 1846-47.

Mélanie sucedió a Rosalie como superiora general en 1881. Sin embargo, 2 años después, pidió ser relevada de esta función para dedicarse mejor a la publicación de sus obras.  La congregación pudo contar con una antigua alumna de Tielt que había entrado en la congregación, Justine de Monie, para asegurar la continuación del liderazgo de la congregación.